Capítulo
13
EL
MUNDO INOCENTE
Introducción
1 Si no te sintieses culpable no podrías
atacar, pues la condenación es la raíz del ataque.
I.
Inocencia e invulnerabilidad
5 La idea de la culpabilidad da lugar a la
creencia de que algunas personas pueden condenar a otras, como resultado de lo cual,
se proyecta separación en vez de unidad.
Solo te puedes condenar a ti mismo.
7 A medida que percibas a los santos
compañeros que viajan a tu lado, te darás cuenta de que no hay tal viaje, sino
tan solo un despertar… No hay ningún
camino que recorrer ni tiempo en el que hacerlo.
8 Eres invulnerable porque estás libre de toda
culpa. Solo mediante la culpabilidad
puedes aferrare al pasado.
9 Aceptar la Expiación te enseña lo que es la
inmortalidad, pues al aceptar que estás libre de culpa te das cuenta de que el
pasado nunca existió, y, por lo tanto, de que el futuro es innecesario y de que
nunca tendrá lugar.
II.
El inocente hijo de Dios
1 El propósito
fundamental de la proyección es siempre deshacerse de la culpabilidad… El ego
te induce a proyectar la culpabilidad y de ese modo conservarla en tu mente.
2 Proyectas la culpabilidad para deshacerte de
ella, pero en realidad estás simplemente ocultándola.
IV.
La función del tiempo
4 Para el ego el pasado es importantísimo, y,
en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo que tiene
significado. Recuerda que el hincapié
que el ego hace en la culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer
que el futuro sea igual que el pasado, eludiendo de esa manera el
presente. La noción de que pagar por el
pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor determinante del
futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención del presente.
5 El “ahora” no significa nada para el
ego. El presente tan solo recuerda viejas
heridas y reacciona ante él como si fuera el pasado. Al hacer que el pasado cobre realidad en el
presente no te permitirá a ti mismo abandonarlo.
6 De las sombrías figuras del pasado es
precisamente de las que te tienes que escapar.
No son reales, y no pueden ejercer ningún dominio sobre ti a menos que
las lleves contigo. Pues contienen las áreas de dolor que hay en tu mente, y te
incitan a atacar en el presente como represalia de un pasado que no
existe. A menos que aprendas que todo el
dolor que sufriste en el pasado es una ilusión, estarás optando por un mundo de
ilusiones y echando a perder las múltiples oportunidades que el presente te
ofrece para liberarte.
7 Sólo el “ahora” está aquí, y solo el “ahora”
ofrece las oportunidades de los encuentros santos en los que se puede encontrar
la salvación.
9 Si aceptas que tu función en el mundo del
tiempo es curar, harás hincapié púnicamente en el aspecto del tiempo en que la
curación puede tener lugar… La curación tiene que llevarse a cabo en el presente
para así liberar al futuro. Esta
interpretación enlaza el futuro con el presente, y extiende el presente en ves
del pasado.
V.
Las dos emociones
1 Solo puedes experimentar dos emociones: Amor
y miedo.
VI.
Como encontrar el presente
2 Consideras “natural” utilizar tus
experiencias pasadas como punto de referencia desde el que juzgar el presente.
Sin embargo eso es antinatural porque
es ilusorio. Cuando hayas aprendido a ver a todo el mundo sin hacer referencia
alguna al pasado, ya sea el suyo o el tuyo según tú lo hayas percibido, podrás
aprender de lo que ves ahora.
4 Quieres prever el futuro basándote en tus
experiencias pasadas y hacer planes con esas experiencias. Sin embargo, al hacer eso estas alineando el
pasado con el futuro, y no estas permitiendo que el milagro, que podría
intervenir entre ellos, te libere para que puedas renacer… La verdad se
encuentra solamente en el presente y, si la buscas ahí, la encontrarás.
VII.
La consecución del mundo real
2 Tienes que negar el mundo que ves, pues
verlo te impide tener otro tipo de visión. No
puedes ver ambos mundos… La negación de uno de ellos hace posible la visión
del otro.
4 Lo único que necesitas hacer para
abandonarlo y reemplazarlo gustosamente por el mundo que tú no creaste, es
estar dispuesto a reconocer que el que tu fabricaste es falso.
VIII.
De la percepción al conocimiento
8 Cuando te hayas visto a ti mismo en tus
hermanos te liberaras y gozarás de perfecto conocimiento. (*)
IX.
La nube de culpabilidad
1 La culpabilidad sigue siendo lo único que
oculta al Padre, pues la culpabilidad es el ataque que se comete contra su
hijo. Los que se sienten culpables siempre condenan, y una vez que han
condenado lo siguen haciendo, vinculando el futuro al pasado tal como estipula
la ley del ego.
2 Liberarse uno de la culpabilidad es lo que
deshace completamente al ego.
3 El mundo te puede dar únicamente lo que tú
le diste, pues al no ser otra cosa que tu propia proyección, no tiene ningún
significado aparte del que tú viste en él y en el que depositaste tu fe.
4 Cuando condenas a un hermano estás diciendo:
“Yo soy culpable y elijo seguir siéndolo.
6 Por consiguiente, no consideres a nadie
culpable y te estarás afirmando a ti mismo la verdad de tu inocencia. Cada vez
que condenas al Hijo de Dios te convences a ti mismo de tu propia culpabilidad…
No sigas proyectando culpabilidad, pues mientras lo hagas no podrá ser
deshecha.
7 La culpabilidad te siega, pues no podrás ver
la luz mientras sigas viendo una sola mancha de culpabilidad dentro de ti. Y al
proyectarla, el mundo te parecerá tenebroso.
X.
Tu liberación de la culpabilidad
10 Libera a otros de la culpabilidad tal como
tú quisieras ser liberado… En el amor no hay cabida para el miedo, pues el amor
es inocente.
11 Nadie que condena a un hermano puede
considerarse inocente o que mora en la paz de Dios. Si es inocente y está en paz, pero no lo ve,
se está engañando y ello significa que no se ha contemplado a sí mismo.
Capítulo
14
LAS
ENSEÑANZAS EN FAVOR DE LA VERDAD
I. Las condiciones del aprendizaje
1 Si perdonas completamente es porque has
abandonado la culpabilidad, al haber aceptado la Expiación y haberte dado
cuenta que eres inocente.
II. El alumno feliz
1 Si tienes fe en lo que no es nada, encontrarás
el “tesoro” que buscas. Pero habrás
agregado una carga más a tu ya sobrecargada mente. Creerás que lo que no es nada es valioso y lo
apreciarás. Para ti, un trocito de vidrio, una mota de polvo, un cuerpo o una
guerra son todos una misma cosa. Pues si
valoras una sola cosa que esté hecha de lo que no es nada habrás creído que lo
que no es nada puede ser valioso y que puedes
aprender a hacer que lo que no es verdad lo sea.
2 El Espíritu Santo, que ve donde te encentras,
pero sabe que realmente te encuentras en otra parte, comienza Su lección de
simplicidad con la enseñanza fundamental de que la verdad es verdad. Esta es
la lección más difícil que jamás tendrás que aprender y al fin y al cabo, la
única. La simplicidad es algo muy
difícil para las mentes retorcidas… Nada te es tan ajeno como la simple verdad,
ni hay nada que estés menos inclinado a escuchar.
III. La decisión en favor de la inocencia
3 Vivir aquí significa aprender. Cada vez que el dolor de la culpabilidad
parezca atraerte, recuerda que sí sucumbes a él estarás eligiendo en contra de
tu felicidad, y no podrás aprender a ser feliz.
4 El ego es la elección en favor de la
culpabilidad, el Espíritu Santo, la elección en favor de la inocencia. De lo único que dispones es del poder de
decisión.
5 El milagro no es causa sino efecto. Es el
resultado natural de haber elegido acertadamente, y da testimonio de tu
felicidad, la cual procede de haber elegido estar libre de toda culpa.
7 Así es como se enseña esa simple lección: La
ausencia de culpa es invulnerabilidad.
9 Siempre que eliges tomar una decisión para
ti solo estás pensando destructivamente y la decisión será errónea… No es
verdad que puedes tomar decisiones por tu cuenta, o para ti solo. Ningún
pensamiento del hijo de Dios puede estar separado o tener efectos aislados.
11 Jamás se dará el caso de que tengas que
tomar decisiones por tu cuenta. No estás desprovisto de ayuda, y de una Ayuda
que conoce la solución.
13 El Espíritu Santo sabe que la salvación es
escapar de la culpabilidad. No tienes ningún otro “enemigo”
16 Dile únicamente al Espíritu Santo: “decide
por mí” y está hecho... ¿Por qué luchas tan frenéticamente por tratar de prever
lo que no puedes saber, cuando tras cada decisión que el Espíritu Santo toma
por ti se encuentra el conocimiento?
IV. Tu papel en la expiación
Cuando aceptas la
inocencia de un hermano ves la Expiación en él.
Pues al proclamarla en él haces que sea tuya y ves lo que buscabas.
V. El círculo de la expiación
3 Tú única misión aquí es dedicarte plenamente
y de buena voluntad, a la negación de todas las manifestaciones de la
culpabilidad. Acusar es no aprender.
X.
La igualdad de los milagros
11 Ninguna interpretación que hagas de un
hermano tiene sentido. Deja que el Espíritu
Santo te muestre a tu hermano y te enseñe tanto su amor como sus peticiones de
amor, Ni tu mente ni la de tu hermano
albergan otros órdenes de pensamiento que sean estos dos.
12 Allí donde hay amor, tu hermano no puede
sino ofrecértelo por razón de lo que el amor es. Pero donde lo que hay es una petición de
amor, tú tienes que dar amor por razón de lo que eres.
XI. La prueba de la verdad
3 La Expiación te enseña cómo escapar para
siempre de todo lo que te has enseñado a ti mismo en el pasado, al mostrarte
únicamente lo que eres ahora… El pasado es lo que tú te has enseñado a ti
mismo. Renuncia a él completamente. No
trates de entender ningún acontecimiento, ningún hermano, ni ninguna cosa bajo
su luz.
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