Capítulo
21
RAZÓN
Y PERCEPCIÓN
Introducción
La proyección da lugar
a la percepción. El mundo que ves se
compone de aquello con lo que tú lo dotaste. Nada más… Es el testimonio de tu estado mental, la
imagen externa de una condición interna.
Tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar al mundo,
sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. La percepción es un resultado, no una causa.
II. Somos responsables de lo que vemos
2 Soy
responsable de lo que veo. Elijo los
sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar. Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he
pedido, y se me concede tal como lo pedí.
III. Fe, creencia y visión
3 Pues la fe puede mantener al hijo de Dios
encadenado mientras él crea que lo está.
Más cuando se libere de las cadenas será simplemente porque habrá dejado
de creer en ellas, al retirar su fe de la idea de que lo podrían aprisionar, y
depositarla en cambio en su libertad.
4 La fe, la creencia y la visión son los
medios por los que se alcanza el objetivo de la santidad.
5 No es posible que al hijo de Dios le falte
fe, pero si puede elegir donde desea depositarla. La falta de fe no es realmente falta de fe
sino fe que se ha depositado en lo que no es nada.
IV. El miedo a mirar adentro
3 Una relación santa es aquella en la que te
unes con lo que en verdad forma parte de ti. Tu creencia en el pecado ha sido
quebrantada, y ahora no estas totalmente reacio a mirar dentro de ti y no ver
pecado alguno.
V. La función de la razón
3 Y así, él reconoce que los milagros no
afectan la mente de otro, sino la suya propia.
Los milagros siempre cambian tu mente, pues no hay ninguna otra.
VI. La razón en contraposición a la locura
1 La razón no puede ver pecados pero sí puede
ver errores, y propicia su corrección.
No les otorga valor, pero si otorga valor a su corrección. La razón te diría también que cuando crees
estar pecando, estas de hecho pidiendo ayuda.
2 ¿Quién que se
considere a si mismo culpable podría ver un mundo libre de pecado? ¿Y quién
puede ver un mundo pecaminoso y considerarse al mismo tiempo ajeno a ese mundo?
VII. La última pregunta que queda por contestar
¿Deseo
un mundo en el que gobierno yo en lugar de uno que me gobierna a mí?
¿Deseo
un mundo en el que soy poderoso en lugar de uno en el que soy impotente?
¿Deseo
un mundo en que no tengo enemigos y no puedo pecar?
¿Y
deseo ver aquello que negué porque es la verdad?
6 Tal vez ya hayas contestado las tres primeras
preguntas, pero todavía no has contestado la última. Pues ésta aún parece
temible y distinta de las demás. Mas la
razón te aseguraría que todas ellas son la misma.
Capítulo
22
LA
SALVACIÓN Y LA RELACIÓN SANTA
Introducción
3 La relación santa parte de la siguiente
premisa: Cada uno ha mirado dentro de sí y no ha visto ninguna
insuficiencia. Al aceptar su compleción,
desea extenderla uniéndose a otro, tan pleno como él. No ve diferencias entre su ser y el ser del
otro, pues las diferencias solo se dan a nivel del cuerpo. Por lo tanto, no ve nada de lo que quisiera
apropiarse.
I. El mensaje de la relación santa
1 El cerebro no puede interpretar lo que tu
visión ve… El cerebro interpreta para el cuerpo del que forma parte.
II. La impecabilidad de tu hermano
3 Puedes estar completamente seguro de que
todo lo que aparenta ser felicidad y no es duradero es realmente miedo.
10 Contempla la gran proyección, pero mírala
con la determinación de que tiene que ser sanada, aunque no mediante el temor. Nada que hayas fabricado tiene poder alguno
sobre ti, a menos que todavía quieras estar separado de tu creador y tener una
voluntad que se oponga a la Suya.
III. La razón y las distintas formas de error
1 La introducción de la razón en el sistema de
pensamiento del ego es el comienzo de su des-hacimiento, pues la razón y el ego
se contradicen entre sí… La razón es
algo que tú puedes ver, aquí da comienzo una visión que tiene sentido. La visión es literalmente sentido. Dado que no es lo que el cuerpo ve, la visión
no puede sino ser comprendida.
2 La razón ve más allá de los errores y te
dice que lo que pensabas que era real no lo es.
4 Todo lo que los ojos del cuerpo pueden ver
es una equivocación, un error de percepción, un fragmento distorsionado
del todo sin el significado que ese le
aportaría… El ego quiere conservar todos los errores y convertirlos en pecados.
5 La razón te diría que no es la forma que
adopta el error lo que hace que éste sea una equivocación. Si lo que la forma oculta es un error, la
forma no puede impedir su corrección.
Los ojos del cuerpo ven únicamente formas.
7 Tú puedes cambiar la forma porque ésta no es verdad. Y no puede ser la realidad precisamente porque puede cambiar. La razón te dirá que si la forma no es la
realidad tiene que ser entonces una ilusión, y que no se puede ver porque no
existe.
8 No permitas que a conciencia que tienes de
tu hermano se vea obstruida por tu percepción de sus pecados y de su cuerpo.
V. La debilidad y a indefensión
1 ¿Cómo se superan las ilusiones?...Se superan
dejando simplemente que la razón te diga que las ilusiones contradicen la
realidad.
6. Nunca te olvides de que cuando sientes surgir
la necesidad de defenderte de algo es que te has identificado a ti mismo con una
ilusión. Consecuentemente, crees ser
débil porque estás solo. Ese es el costo de todas las ilusiones.
V. La luz de la relación santa
1 ¿Deseas la libertad del cuerpo o de la
mente? Pues no puedes tener ambas.
8 Verás tu valía a través de los ojos de tu
hermano, y cada uno será liberado cuando vea a su salvador en el lugar donde
antes pensó que había un agresor.
Mediante esta liberación se libera el mundo. Este es tu papel en la consecución de la paz. Pues has preguntado cuál es tu función aquí,
y se te ha contestado.
14 Entre las mentes amorosas no hay separación. Y cada pensamiento que una de ellas tiene le
brinda felicidad a la otra porque es la misma mente.
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